Latinosofía: Un viaje mágico al pensamiento emocional.
Capítulo II – La lucha interna.
Lidiando con dos imperios dentro, vamos escindidos entre reclamos y abrazos.
Somos el Gran Imperio Indígena. La creación y lo demoníaco, al mismo tiempo.
El miedo inicial y la ofrenda aterradora de los sacrificios humanos para calmar los Dioses.
Y somos el Imperio Español. El naufragio de las naves allende los mares, el arma de fuego y un Dios Todopoderoso con una cruz de culpas.
La viruela y la sífilis que sufrimos y portamos.
Partes de una misma cultura forjada en la sexualidad, y la mixtura entre el pensamiento lógico y el pensamiento mágico.
El mestizaje nos abre a la selva, el monte y los lagos. Comemos de los frutos de esta tierra.
Cristóbal Colón, primero; y sus hijos después, se afincaron en la Isla La Española, atraídos por el incipiente bello púbico de las vírgenes Tainas.
Vivimos en esta erótica latinoamericana, donde los misioneros de la fe y los conquistadores más salvajes, se adormecían entre los muslos de las muchachas guaraníes.
Encontramos aquí la gloria edénica, una naturaleza desmesurada de árboles, aves, cascadas, mares tropicales, y bebidas espirituosas.
Estamos movidos por esa alquimia del néctar de las flores y el almizcle del instinto.
No somos los primeros, ni seremos los últimos, en intentar este camino de poesía, embriaguez y mística, pero no es sencillo sostener el deseo.
Como todo en la vida, acaba en un momento.